miércoles, 7 de octubre de 2015

La ayuda mutua entre los hermanos

No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. Por lo tanto, siempre que tengamos la oportunidad, hagamos bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe.
Gálatas 6:9-10


Este texto maravilloso de la Palabra de Dios, el cual hoy es de nuestro interés, nos dice que siempre que tengamos la oportunidad hagamos el bien a todos pero en especial a los de la familia de la fe; pero aquí en esto se falla mucho, hay entre nosotros tantas personas afligidas, y tantas personas pobres y de diversas maneras, que no solo pobre es el que no tiene bienes; hay personas enfermas que han sido abandonadas por sus familias y nunca reciben una visitan; hay personas que están en las cárceles que tampoco son visitadas y no tiene una voz de aliento, hay hermanos que pasan tanta necesidad económica, que por sus circunstancias no tienen oportunidades para lograr un empleo y muy difícilmente se extiende la mano de generosidad, porque hay mucho egoísmo, nos hemos olvidado de los pobres, o de aquellas personas desvalidas que por la situación que viven no tienen familia ni los recursos necesarios para sobrevivir; veamos lo que Jacobo, Cefas y Juan le pidieron a Pablo en Gálatas 2:10  Sólo nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, y eso es precisamente lo que he venido haciendo con esmero.
Siempre tendremos con nosotros personas pobres que no tienen lo necesario para vivir o tienen muy poco y también tendremos pobres que viven en cárceles  espirituales, en cadenas de tristeza y angustias.
Reflexionemos sobre la siguiente porción bíblica, Mateo 25:34-46  
34.  "Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: 'Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.
35. Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento;
36. necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron.'
37. Y le contestarán los justos: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber?
38. ¿Cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o necesitado de ropa y te vestimos?
39. ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?'
40. El Rey les responderá: 'Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí.'
41. "Luego dirá a los que estén a su izquierda: Ápártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
42. Porque tuve hambre, y ustedes no me dieron nada de comer; tuve sed, y no me dieron nada de beber;
43. fui forastero, y no me dieron alojamiento; necesité ropa, y no me vistieron; estuve enfermo y en la cárcel, y no me atendieron.'
44. Ellos también le contestarán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, o como forastero, o necesitado de ropa, o enfermo, o en la cárcel, y no te ayudamos?'
45. Él les responderá: 'Les aseguro que todo lo que no hicieron por el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron por mí.'
46. "Aquéllos irán al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

Y hacer el bien es ayudarse unos a otros a llevar sus cargas, y sobre todo a elevar una plegaria al trono de la gracia por las cargas de nuestros hermanos. Oremos por los necesitados y afligidos, pues no somos nosotros llamados a juzgar sino de hacer el bien mientras lo podamos hacer. 

No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. Gálatas 6:7 

Bendiciones.