domingo, 26 de agosto de 2012

Una vida espiritual con propósito

"Jesucristo dio su vida por nuestros pecados para rescatarnos de este mundo malvado, según la voluntad de nuestro Dios y Padre, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén".Gálatas 1:4-5

El sacrificio de Cristo por nuestra redención, fue tan grande, que Él no se merece que llevemos una vida espiritual sin sentido, veamos un ejemplo en las Sagradas Escrituras en 1 de Samuel, en el capítulo 1:3 donde nos señala que dos hijos de Elí: Ofni y Finees eran los sacerdotes de nuestro Dios, pero observemos que en el capítulo 2:12 nos dice que éstos eran hombres impíos y no tenían conocimiento de Dios. Los hijos de Elí celebraban rituales sin ningún sentido a Dios, rituales celebrados con un corazón lleno de maldad e iniquidad; la vida espiritual de los hijos de Elí no tenía un norte, hacían toda clase de cosas contra el pueblo de Israel; dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión, Elí su padre los honró más a ellos; les daba lo mejor de las ofrendas, hollando así los sacrificios y ofrendas que Dios mandó se le ofrecieran. La resequedad espiritual por la que pasaba Israel, trajo como consecuencia que la palabra del Señor escaseara en aquellos días y no había visión con frecuencia.

La falta de conocimiento nos lleva a cometer grandes errores en la vida en general; y como cristianos que somos, el no conocimiento nos lleva a una vida espiritual mediocre, vacía, sin colorido, sin sabor; y la falta de conocimiento al cual me refiero no es el desconocimiento de la Palabra de Dios, no, recordemos que los fariseos y los escribas conocían y recitaban de memoria la Torá o Toráh(el pentateuco), pero no conocían al Dios de la Torá, hay muchas personas hoy en día que conocen la Biblia de principio a fin, pero no conocen al que inspiró la Biblia; no tienen la revelación del conocimiento divino, porque este conocimiento sólo y sólo se logra mediante el Espíritu Santo de Dios, no hay otro camino pues Él es quien nos lleva a toda verdad.
"Pido al Dios de nuestro Señor Jesucristo, al glorioso Padre, que les conceda el don espiritual de la sabiduría y se manifieste a ustedes, para que puedan conocerlo verdaderamente" Efesios 1:17.

Por ello no debemos contentarnos con una vida espiritual a medias, su entrega fue tan grande, que no merece de nosotros las migajas; pensamos que el participar de los rituales de la iglesia, ya cumplimos con la parte espiritual, y, esto es bueno, pero no es lo primordial en nuestra vida espiritual; lo primordial es una vida de comunión y oración con nuestro Dios basada en la meditación de la Palabra, una vida de santidad, de obediencia y fidelidad como respuesta a su gran amor: el de no haber escatimado a su propio Hijo, entregándolo a una muerte y muerte de cruz por cada uno de nosotros.

Nuestra gratitud a Dios es disponer nuestro corazón cada día, para que a través de su Santo espíritu podamos llevar una vida de testimonio, no como una imposición, sino a través de una vida rendida, consagrada y apartada del mundo para nuestro único Señor y Salvador Jesucristo. Que nuestra vida espiritual tenga propósito cada día, y podamos decir como el apóstol Pablo: "Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo quien vive, sino que es Cristo quien vive en mí. Y la vida que ahora vivo en el cuerpo, la vivo por mi fe en el hijo de Dios, que me amó y se entregó a la muerte por mí" Gálatas 2:20.





Dios les bendiga






 

viernes, 17 de agosto de 2012

Nuestro crecimiento espiritual


"Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad"

Juan 17:17

El crecimiento espiritual en nuestras vidas lo da Dios (1 Corintios 3:6-7), pero somos nosotros quienes permitimos ese crecimiento; cuando determinamos vivir en la guía del Santo Espíritu de Dios, Él puede hacer la obra en nosotros, y es Él quien en nosotros producirá así el querer como el hacer, por su buena voluntad; pero si seguimos los deseos de la carne, entonces Él no podrá obrar en nosotros.

Así, como a su pueblo de Israel, le dijo: "El Señor tu Dios expulsará a las naciones que te salgan al paso, pero lo hará poco a poco. No las eliminarás a todas de una sola vez, para que los animales salvajes no se multipliquen ni invadan tu territorio" Deuteronomio 7:22 (el subrayado es mío); así también lo hará en nosotros poco a poco; por la misma razón, Él expulsará todas aquellas opresiones, fortalezas, argumentos y toda mentira del diablo, en las cuales el enemigo nos ha tenido esclavizados, poco a poco, pero permaneciendo en nuestro Eterno Dios y en su Palabra; permitiendo cada día que la obra del espíritu Santo se lleve a cabo en nuestras vidas; en esa forma podemos crecer espiritualmente.

No existe otro camino para alcanzar el crecimiento espiritual; es mediante la dirección del Espíritu Santo de Dios, en una vida diaria de oración y meditación de la Palabra; poniéndola por obra en el amor de Dios, no en nuestras fuerzas.

El obedecer sus mandatos no por ordenanza sino en el amor de Dios que nos ha dado su santo Espíritu, nos lleva a una vida de santidad, de rectitud, de gozo, de paz, de plenitud, lo cual nos conduce al perfeccionamiento y nos acerca cada día más a la estatura de Cristo; es decir cada día vamos creciendo espiritualmente, y todo por la obra maravillosa del santo Espíritu de Dios. No existe fuerza humana para crecer en el espíritu, sólo DIOS, no por obras para que nadie se gloríe. Por eso el apóstol Pablo nos dice que nos ocupemos de nuestra salvación con profunda reverencia, pues es nuestro Eterno Dios quien hace la obra en nosotros (Filipenses 2:12); no quiere decir que estamos expuestos a perderla, NO, ya fuimos salvos de la ira de Dios (Romanos 5:9).

Dios les bendiga.