viernes, 29 de mayo de 2015

Agradeciendo a Dios por sus misericordias

Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
1 Tesalonicenses 5:18
 
Cuando agradecemos a nuestro Eterno Dios por los  momentos circunstanciales que vivimos, su agrado no es tanto por el hecho del agradecimiento en si, sino porque hemos valorado su amor y su infinita misericordia, nuestra gratitud debe ser por lo que es Él, y no por el hecho de recibir.  
Sin Él nada somos y fuera de Él no existe ningún bien, por ese motivo debemos entender el valor de nuestra gratitud, porque Él es el todo de nuestra existencia.  
El conoce de nuestras necesidades, de nuestros problemas y angustias; es por ello que les animo a tomar para ustedes esta porción Bíblica donde el  Espíritu Santo habla a través del apóstol Pablo diciendo: No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean agradecidos (Filipenses 4:6) 
¿Qué sería de nosotros sin las misericordias de Dios? Veamos lo que nos dice el profeta Jeremías en Lamentaciones 3:22-24  
Esto traigo a mi corazón, por esto tengo esperanza: Que las misericordias del SEÑOR jamás terminan, pues nunca fallan sus bondades; son nuevas cada mañana; ¡grande es tu fidelidad!  
El SEÑOR es mi porción--dice mi alma-- por eso en El espero.


Bendiciones.
 
 
 
 
 
 
 

lunes, 18 de mayo de 2015

¡El Espíritu Santo, siempre con nosotros!


Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes. Y cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio; en cuanto al pecado, porque no creen en mí; en cuanto a la justicia, porque voy al Padre y ustedes ya no podrán verme; y en cuanto al juicio, porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado. Juan 16:7-11

       !Oh Espíritu Santo, precioso consolador, Bendito Dios!
Sabemos que el Espíritu Santo esta con nosotros, día a día, Él es nuestro amigo, compañero, abogado, maestro, ayudador y consolador; está tan cerca de nosotros, que desperdiciamos cada instante de nuestra vida, haciendo todo en nuestras fuerzas, y no sólo eso, sino tomando decisiones incorrectas que nos llevan por caminos de sufrimientos y angustias, desgastándonos en todo el sentido de la palabra: Pierden el tiempo ustedes, que se levantan temprano y se acuestan tarde para comer un pan conseguido con sufrimiento porque Dios da a quien ama, aun mientras duerme. Salmo 127:2 (PDT).
Porque no acudir a la persona del Espíritu Santo, en todos los momentos de nuestra vida; el tomar caminos sin su dirección, es hacer nuestra vida más difícil, si pudiéramos de verdad entender su voluntad divina...
 ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, Si en mis caminos hubiera andado Israel!
En un momento habría yo derribado a sus enemigos, Y vuelto mi mano contra sus adversarios.

Los que aborrecen a Jehová se le habrían sometido, Y el tiempo de ellos sería para siempre.
Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo, Y con miel de la peña les saciaría. Salmo 81:13-16

Bendiciones