lunes, 28 de junio de 2010

Jesús, el buen Pastor

"YO SOY EL BUEN PASTOR; EL BUEN PASTOR SU VIDA DA POR LAS OVEJAS".
Juan 10:11









Qué seguridad tenemos al saber por las Sagradas Escrituras que Jesús es nuestro buen Pastor,  Él es quien nos lleva a descansar a esos lugares de verdes praderas y nos coduce a aguas tranquilas, nos da nuevas fuerzas y nos lleva por caminos rectos (Salmo 23:1-3).  Cuando no practicamos el pecado,  Él es quien nos cuida del enemigo, porque Jesucristo nos guarda y el maligno no nos toca (1Juan 5:18), éstas son verdades irrefutables.
Si nuestras convicciones están basadas en la Palabra de Dios, sabemos que al creer que Jesús es el hijo de Dios vencemos al mundo, y ésta es la verdadera victoria: Nuestra fe pero, ésta fe debe estar basada en el cumplimiento de sus mandamientos, que no son gravosos, como una muestra de nuestro amor, hacia aquel que engendró a Jesucristo, nuestro unico Salvador y Señor de nuestras vidas (1 Juan 5: 1-5).
Busquemos de ese buen Pastor quien es, Él que venda y sana nuestras heridas ocasionadas durante el desarrollo y etapas de la vida,  que solo pueden ser sanadas cuando le  reconocemos como nuestro Señor y Salvador, a partir de éste momento se inicia una regeneración y  renovación en nuestras vidas en la obra maravillosa del Espíritu Santo.
 Confiados en sus promesas de que Él es quien nos da vida eterna y que no pereceremos jamás, ni nadie nos arrebatará de su mano, ni de la mano del Padre (Juan 10:28-29),  hoy no dejemos pasar en nuestras vidas éstas breves reflexiones sobre éste Pastor que ha dado su vida por nosotros,  para que tengamos vida, y para que la tengamos en abundancia (Juan 10:10).
Muchas bendiciones.   

sábado, 26 de junio de 2010

Guiados por el Espíritu Santo

"PERO USTEDES, QUERIDOS HERMANOS, MANTENGANSE FIRMES EN SU SANTISIMA FE.OREN GUIADOS POR EL ESPIRITU SANTO"
Judas:20






En las Sagradas Escrituras, el Espíritu Santo no se registra como tercera persona, pues desde la creación del universo vemos su presencia cuando  Él se movia sobre la faz de las aguas en Genesis 1:2;  también le vemos  lo largo de la vida de Jesús, como también en la iglesia; hoy día la presencia de Dios sigue siendo la del Espíritu, cuando viene a morar en nosotros y está con nosotros (Juan 14:17).
 Al escuchar el mensaje de la Verdad,  el anuncio de su salvación y  creemos en Cristo, venimos a ser sellados como propiedad de Dios por medio del Espíritu Santo (Efesios 1:13). Es por eso que nosotros somos templo de Dios, porque el Espíritu Santo vive en nosotros, ...porque el templo de Dios es Santo, y ese templos somos nosotros mismos (1 Corintios 3:16-17). 
Al recibir a Jesucristo y creer en Él,, Dios nos concede el privilegio de llegar a ser hijos de Dios (Juan 1:12) y si somos hijos tenemos la guianza del Espíritu Santo, porque solo los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios y el Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios (Romanos 8:14-16).
El Espíritu Santo es quien está con nosotros y en nosotros (Juan 14:17), es quien nos ayuda a orar como es debido (Romanos 8:26), es quien a través de la Palabra nos lleva a la santificación (Juan 17:17), es quien nos recuerda todo lo que Jesús hizo (Juan 14:26), es quien nos lleva a toda verdad, porque no habla por su propia cuenta, sino que dice todo lo que oye, y nos hace saber las cosas que van a suceder (Juan 16:13)
Dispongamos nuestro corazón a Dios para que a través de su Santo Espíritu haga la obra en nosotros y cada día poder dar fruto en toda  buena obra, creciendo en el conocimiento de Dios y ser fortalecidos en todo sentido con su glorioso poder (Colosenses 1:10-11).
Bendiciones.

Como se ha dado Dios a Conocer

"EN VERDAD, DIOS HA MANIFESTADO A TODA LA HUMANIDAD SU GRACIA, LA CUAL TRAE SALVACION Y NOS ENSEÑA A RECHAZAR LA IMPIEDAD Y LAS PASIONES MUNDANAS"
Tito:2:11-12





Dios se ha dado a conocer al hombre, bajo un plan especial de salvación, mostrando su bondad y amor para con los hombres; nos salvó no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia. Nos salvó mediante el lavamiento de la regeneración y de la renovación por el Espíritu Santo (Tito:3:4-5).
Reflexionemos brevemente sobre el plan de salvación: Estando el hombre en su estado pecaminoso y destituido de la gloria de Dios(Romanos:3:23) y con el próposito de manifestar su justicia, Dios se dió a conocer en su hijo Jesucristo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados (Colosenses: 1:14). Al aceptar a Jesucristo  como Nuestro Señor y Salvador su sangre preciosa nos hace una nueva creación en Cristo (2Corintios: 5:17), tenemos una naturaleza nueva, pura, limpia y santa, mediante la cual puede venir Dios en la presencia del Espíritu Santo a hacer morada en nosotros (Juan:14:16).
Actualmente, Dios sigue dándose conocer al hombre a través del Espíritu Santo pero de manera interna y selectiva a los que le reciben (Juan:14:16-17-26). Él es el que convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio (Juan:16:8).
Bendiciones.

viernes, 18 de junio de 2010

Decisiones que llevan a la victoria o al fracaso

"..ACONTECIO QUE LOS HIJOS DE MOAB Y DE AMON, Y CON ELLOS OTROS DE LOS AMONITAS, VINIERON CONTRA JOSAFAT A LA GUERRA.
ENTONCES ÉL TUVO TEMOR; Y JOSAFAT HUMILLO SU ROSTRO PARA CONSULTAR AL SEÑOR, E HIZO PREGONAR AYUNO A TODO JUDA"
2 Crónicas: 20:1-3



Cuando buscamos a Nuestro Señor y le clamamos,  Él nos oye y nos libra de nuestros temores y angustias (Salmo:34:4-6); Si nuestra confianza está puesta en el, y le  consultamos, podemos estar seguros de su guianza pero, los afanes de este mundo nos hacen tomar decisiones apresuradas, sin la dirección de Dios y tomamos caminos equivocados, como  el caso que se registra en el libro de Rut, cuando Elimelec y su familia determinan salir de Belén de Judá (Casa del pan) por la hambruna que hubo en esos días, y morar en los campos de Moab; no consultaron a Dios y se radicaron en una tierra de maldición, lugar de dolor para ésta familia, porque allí, murió Elimelec y luego murieron sus hijos; quienes se habían casado con mujeres moabitas (1: 1-5)
En las Sagradas Escrituras se registran muchos casos  del pueblo de Israel, y de hombres que  consultaron a Dios en la toma de decisiones y siempre Nuestro Dios tuvo una victoria para ellos, como el caso de Josafat:" Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Dios puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros. Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron entre los cadáveres mucha riqueza...; tres días estuvieron recogiendo el botín, porque era mucho" ( Crónicas: 20:22-25).
Cuando tomamos decisiones equivocadas sin consultar a Dios, y las cosas no nos salen bien, culpamos a Nuestro Señor por ello, como pasó en el libro de Rut:"Y ella les respondía: No me llaméis Noemí (mi delicia), sino llamadme Mara (amargura); porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso. Yo me fui llena, pero Dios me ha vuelto con las manos vacias." (1:20 -21).

Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro (Hebreos:4:16).
Bendiciones.


viernes, 4 de junio de 2010

Dios escucha nuestras oraciones

" TENEMOS LA CONFIANZA EN DIOS, PORQUE SABEMOS QUE SI LE PEDIMOS ALGO CONFORME A SU VOLUNTAD, EL NOS OYE. Y ASÍ COMO SABEMOS QUE DIOS OYE NUESTRAS ORACIONES, TAMBIÉN SABEMOS QUE YA TENEMOS LO QUE LE HEMOS PEDIDO".
1Juan: 5:1



En las Sagradas Escrituras tenemos un legado de grandes promesas, como también una gran esperanza en cada una de ellas, porque no se trata de unas simples frases de ánimo, sino una verdad absoluta que Nuestro Eterno Dios las inspiró  a través de  su Santo Espíritu; es Jesús mismo hablándonos, porque Él es la Palabra.
Si permanecemos unidos a Jesús y permanecemos fieles a sus enseñanzas (la Palabra) podemos pedir lo que queremos y se nos dará (Juan: 15:7). La promesa siempre va supeditada a nuestra obediencia y fidelidad a Nuestro Señor; porque Él  obra es por fe; debemos hacer lo recto y bueno ante los ojos del Señor, para que nos vaya bien, y entremos y poseamos la buena tierra (bendiciones) que el Señor juró a nuestros Padres; para que él arroje a nuestros enemigos de delante de nosotros, como Él lo ha dicho (Deuteronomio: 6:18-19).
Muchas veces decimos que pedimos y que nunca Dios nos contesta pero, te has pregutado qué estás haciendo respecto a la obediencia a Dios, porque no se trata de decir yo no hurto, no mato, no miento pero, hay otras cosas que a Dios no le agrada, cómo en nuestro día a día ignoramos el amor sacrificial de su hijo en la cruz ! y no vivimos una vida piadosa conforme a su Palabra. El Señor nos dice en su Palabra que no conseguimos lo que queremos porque no se lo pedimos a Dios; y si se lo pedimos, no lo recibimos porque lo pedimos mal, pues lo queremos para gastarlo en nuestros placeres (Santiago: 4:2-3).

Hagamos un alto en nuestro camino, y oremos a Dios para que por medio de  Jesucristo  permanezcamos en Él y en su Palabra y podamos obtener la bendición de Dios que es la que enriquece, y no añade tristeza con ella (proverbios: 10:22).
Bendiciones.