jueves, 1 de enero de 2015

2015, un nuevo año, nuevos propósitos.

Pero en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.  ¡Estén alerta! ¡vigilen! Porque ustedes no saben cuándo llegará ese momento.
Marcos 13: 32-34

Estos son tiempos de buscar más de la presencia de Dios, que este 2015 sea un año de más oración, y meditación de su Palabra, de más entrega y rendición a nuestro Dios mediante su Hijo Jesucristo; es tiempo de despertarnos, porque estamos muy dormidos, mientras nuestras familias y el resto del mundo se pierden.
Estamos muy entretenidos buscando las añadiduras, los milagros, el bienestar nuestro; y la búsqueda de la Presencia de Dios ¿Dónde está? ¿ Y la meditación de su Palabra? ¿Y nuestra alma cómo se encuentra? ¿Qué testimonio de vida estamos dando?
El humanismo se ha tomado los pulpitos de las congregaciones, y muchos no conocemos de Cristo, hemos oído hablar de Él, pero no sabemos quien es Él en nuestras vidas, y quienes somos en Él; precisamente porque andamos en los afanes de la vida y el engaño de las riquezas, las cuales impiden que crezcamos en el conocimiento de nuestros Salvador Jesucristo y de su gracia.
 
Estamos en los últimos tiempos, hay que estar vigilantes mirando lo que se teje a nuestro alrededor, no echemos en saco roto cuando Dios a través del apóstol Juan en Apocalipsis 12 :12 nos dice:
¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.
 
Que Cristo Jesús, nuestra Luz brille sobre nosotros y su gloria se derrame sobre nuestras vidas.
Un abrazo llenos de bendiciones para este nuevo año 2015