jueves, 28 de junio de 2012

El verdadero adorador

"Por eso, hermanos míos, ya que Dios es tan bueno con ustedes, les ruego que dediquen toda su vida a servirle y a hacer todo lo que a él le agrada. Así es como se le debe adorar" Romanos 12:1



Adoración, según el diccionario de la lengua castellana, significa:
-Culto o reverencia a un ser u objeto que se considera divino.
-Reverencia y honra a Dios.
-Amor muy profundo o admiración extrema.

Según la Palabra en mención de Romanos 12:1 adorar a Dios es dedicar toda nuestra vida a su servicio y hacer su voluntad, la cual está registrada en la Santa Biblia.

Tendemos a llamar adoración a los actos religiosos que hacemos, o también a los cánticos, y así mismo llamamos adoradores a los cantores; pero veamos que nos dice el Señor en San Juan 4:23-24  "Pero llega la hora, y es ahora mismo, cuando los que de veras adoran al Padre lo harán de un modo verdadero, conforme al Espíritu de Dios. Pues el Padre quiere que así lo hagan los que lo adoran. Dios es Espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo de un modo verdadero, conforme al Espíritu de Dios".
Cuando expresamos un cántico a Dios o una alabanza (Elogio, expresión o conjunto de expresiones con que se alaba), tales cosas cobran sentido de adoración, cuando por la actitud de nuestro corazón, hay una verdadera entrega y rendición a Dios, allí ese cántico o esa alabanza es una expresión de adoración; pero no porque cantemos somos adoradores.
"Dios es Espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo de un modo verdadero, conforme al Espíritu de Dios" Juan 4:24.
Veamos otro ejemplo en las Sagradas Escrituras, en Génesis 22:1-18, parafraseando el texto, Dios le ordena a Abraham, ofrecerle a su único hijo, al que tanto amaba, en holocausto; y Abraham en obediencia toma a su hijo y se dirige al lugar señalado por Dios.
Veamos los versículos del 5-8, "Entonces les dijo a sus siervos: –Quédense aquí con el asno. El muchacho y yo seguiremos adelante, adoraremos a Dios, y luego regresaremos. Poco después Isaac le dijo a Abraham: – ¡Padre! – ¿Qué quieres, hijo? – le contestó Abraham. – Mira – dijo Isaac –, tenemos la leña y el fuego, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto? Dios se encargará de que haya un cordero para el holocausto, hijito –respondió su padre. Y siguieron caminando juntos";
En éste texto de Génesis 22:1-18 vemos que un verdadero adorador es sensible a la voz de Dios, acata su voluntad, y confía plenamente en Él. Abraham estaba seguro que Dios iba a proveer el cordero para el holocausto y que Dios era poderoso para cumplir lo que había prometido.
"Por la fe Abraham, que había recibido las promesas, fue puesto a prueba y ofreció a Isaac, su hijo único, a pesar de que Dios le había dicho: «Tu descendencia se establecerá por medio de Isaac.»
Consideraba Abraham que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos, y así, en sentido figurado, recobró a Isaac de entre los muertos" Hebreos 11:17-19.
Adoración es entrega, es rendirse a Dios, tenemos un ejemplo para seguir: Jesús de Nazaret, Él entregó su vida a Dios por el rescate nuestro, Él se ofrendó por nosotros, ¡es el Cordero de Dios!
"Y entonaban este nuevo cántico: «Digno eres de recibir el rollo escrito y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado, y con tu sangre compraste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación. Cantaban con todas sus fuerzas: ¡Digno es el Cordero, que ha sido sacrificado, de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría, la fortaleza y la honra, la gloria y la alabanza!"
Apocalipsis 5:9-12.

"...Cristo, quien es Dios sobre todas las cosas. ¡Alabado sea por siempre! Amén" 
Romanos 9:5

Bendiciones.

jueves, 14 de junio de 2012

La obediencia

Samuel respondió: "¿Qué le agrada más al Señor: que se le ofrezcan holocaustos y sacrificios, o que se obedezca lo que él dice? El obedecer vale más que el sacrificio, y el prestar atención, más que la grasa de carneros. La rebeldía es tan grave como la adivinación, y la arrogancia, como el pecado de la idolatría. Y como tú has rechazado la palabra del Señor, él te ha rechazado como rey." 
1 Samuel 15:22-23


Según el Diccionario de la lengua española
Obedecer: Cumplir lo que se manda.
En el plano espiritual, significa aceptar, y hacer la voluntad de Dios, cumplir con su Palabra (Santiago 1:22-25).

Desde Génesis hasta Apocalipsis Dios nos exhorta a obedecer sus mandatos, los cuales no son gravosos (1 Juan 5:3).  Cuando obedecemos su Palabra, demostramos nuestro amor (Juan14:21), como también es una demostración de nuestro compromiso con Dios, pues obedecer demanda de nosotros el apartarnos de todo aquello que obstaculiza el cumplimiento de ese acto de fe en su Palabra. El obedecer traerá como consecuencia bendiciones para nuestra vida y la de nuestra descendencia; así mismo la desobediencia traerá maldiciones tanto para nuestras vidas como para nuestra descendencia. Como padres damos cobertura a nuestra descendencia de bendición o maldición.

Jesucristo es nuestro gran ejemplo de obediencia, veamos lo que el apóstol Pablo le expresó a los Filipenses: "La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien, siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. Por el contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos.

Y al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!" Filipenses 2:5-8.
Ese amor que expresó Cristo Jesús al morir en la cruz por cada uno de nosotros, en suma obediencia, es lo que nos debe motivar para hacer la voluntad de Dios, la cual nos conduce a vivir en santidad y fidelidad. Cristo es la fuente de la obediencia para la salvación eterna, pues el que ha nacido de nuevo, es llevado por el Santo Espíritu de Dios a purificarse al obedecer su Palabra (Juan 17:17). El obedecer trae limpieza a nuestra alma (Juan 15:3).

"El Señor nuestro Dios nos mandó temerle y obedecer estos preceptos, para que siempre nos vaya bien y sigamos con vida. Y así ha sido hasta hoy.
Y si obedecemos fielmente todos estos mandamientos ante el Señor nuestro Dios, tal como nos lo ha ordenado, entonces seremos justos" Deuteronomio 6:24-25.

Grandes bendiciones.




lunes, 11 de junio de 2012

En las manos de Dios

"Pon tu vida en las manos del Señor; confía en él, y él vendrá en tu ayuda"  Salmo 37:5


En quien más confiaremos, si nuestro Eterno Dios es nuestro creador, el nos formo en el vientre de nuestra madre (Salmo 139:13), somos hechuras suya, creados en Jesucristo para buenas obras (Efesios 2:10), fuimos creados a imagen y semejanzas de Él (Génesis 1:27).

Nuestra confianza es Él, "Todo lo bueno y perfecto que se nos da, viene de arriba, de Dios, que creó los astros del cielo. Dios es siempre el mismo: en él no hay variaciones ni oscurecimientos" Santiago  1:17.

Si de algo debemos estar seguros aquí en la tierra, es del Eterno Dios, el salmista David dijo: "A ti clamo, oh Eterno, y digo: "Tú eres mi refugio, mi porción en la tierra de los vivientes" Salmo 142:5.

A Él debemos encomendarle cada día nuestro camino, nuestra fortaleza, nuestra familia, nuestras preocupaciones y descansar en Él (Mateo 11:28-30), sólo en Él y permaneciendo en su Palabra podemos obtener todo lo que le pidamos (Juan 15:7). 
La relación personal cada día con nuestro Dios y Padre y con su hijo Jesucristo, basada en la dirección del Espíritu Santo, trae a nuestras vidas convicción, y esperanza; es tal nuestra confianza en Él, que nada ni nadie nos hace cambiar ni apartarnos de ese propósito que Dios trae a nuestras vidas, Él lo es todo, nada tendría sentido si Él no fuera nuestro SEÑOR y SALVADOR, Él le pone color y alegría a nuestro corazón, Él es nuestra razón de vivir.
Muchas aflicciones son consecuencia de decisiones mal tomadas, pero cuando tenemos nuestra confianza puesta en Dios, podemos decir que todas las cosas nos ayudan a bien (Romanos 8:28), es allí donde recibimos un aprendizaje, conforme sea lo que Dios nos quiere enseñar. Todo tiene una causa, por eso nunca expresemos inconformidad por lo que nos sucede, agradezcamos a Dios por lo que nos quiere formar en cualquier área de nuestras vidas.
"Ciertamente, ningún castigo es agradable en el momento de recibirlo, sino que duele; pero si uno aprende la lección, el resultado es una vida de paz y rectitud" Hebreos 12:11.

Todo lo que se pone en las manos de Dios estará seguro, confiemos en Él, que Él hará; pero también seamos diligentes y eficientes; oremos y proclamemos su Palabra, meditándola diariamente, y sigamos caminando en la quietud del corazón y la confianza puesta en Cristo Jesús, porque allí esta nuestra fortaleza (Isaías 30:15)

Bendiciones.


domingo, 3 de junio de 2012

Prosperidad y larga vida


"Seguid por el camino que el Señor vuestro Dios os ha trazado, para que viváis, prosperéis y disfrutéis de larga vida en la tierra que vais a poseer" Deuteronomio 5:33.

Estar en obediencia nos trae vida, prosperidad y largura de días, hay momentos en los cuales me pregunto por qué motivo se critica que un hijo de Dios sea bendecido y prosperado, (no predico la prosperidad, pero sí creo que para alcanzarla debo estar en obediencia y caminar en el camino que Dios nos ha trazado) si esta Palabra nos está confirmando que Dios nuestro Padre nos quiere ver prosperados y con larga vida; o ¿Qué  padre no le da a su hijo lo que éste desea?
"Pues si vosotros, aun siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan!" Mateo 7:11

"Querido hermano, pido a Dios que, así como te va bien espiritualmente, te vaya bien en todo y tengas buena salud" 3 Juan 1:2

La Biblia nos dice que debemos renovar nuestro entendimiento (Efesios 4:23, Romanos 12:2);

cuando cambiamos la forma de pensar de la vieja naturaleza por la Palabra de Dios y la ponemos por obra, esa nueva actitud de obediencia trae a nuestras vidas bendición y larga vida. Los mandatos de Dios no son gravosos  y traen grandes bendiciones.

Para ver las bendiciones de Dios hay que actuar en fe, si nos quedamos esperando que todo llegue sin actuar, no llegará, hay que dar pasos de fe, y esos pasos incluye entrega y rendición a Dios, basada en una vida de oración, que al poner por obra su Palabra, Dios en su Espíritu nos dará la victoria. Y también poder entender que Dios no nos paga conforme a nuestras iniquidades, sino conforme a su misericordia; no es que tengamos el permiso para pecar deliberadamente, pues Dios conoce nuestro corazón.


"Pidan, y Dios les dará; busquen, y encontrarán; llamen a la puerta, y se les abrirá.
Porque el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama a la puerta, se le abre" Mateo 7:7-8.

Dios les bendiga poderosamente












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