domingo, 18 de marzo de 2012

La fidelidad de Dios

"Porque tú, oh Eterno, bendices al justo, lo rodeas con tu favor como con un escudo". Salmo 5:12



 Dios es fiel a su Palabra, "Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho Él, y no lo hará?, ¿ha hablado, y no lo cumplirá?" Números 23:19
Ésta porción bíblica es lo más maravilloso que tenemos respecto de la fidelidad de Dios, y la verdad es nuestra confianza, sólo Él es nuestra verdad absoluta.

Su amor y misericordia es lo que nos permite disfrutar de su fidelidad, nada hemos ganado con nuestro propio esfuerzo; es sólo el gran sacrificio de Jesucristo que nos ha permitido ser llamados justos, fue éste sacrificio el que nos permitió la entrada al lugar santísimo y ser herederos de Dios y coherederos en Cristo Jesús Señor nuestro.

Insisto muchísimo sobre la necesidad de orar y meditar en su Palabra; porque en la comunión con nuestro Dios y Padre Celestial y su Hijo Santísimo el Señor Jesucristo, bajo la dirección de su Espíritu; cada día crece nuestra confianza, obediencia, fidelidad, y es allí donde se entrona en nuestro corazón el amor, el gozo, la paz, la paciencia, la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y la templanza del Espíritu; es allí donde crecemos espiritualmente; es allí donde podemos conocerlo y entender su guianza; es allí donde aprendemos hacer la voluntad de Dios; es allí donde aprendemos a ser humildes y a tener reverencia hacia nuestro Eterno Dios, es el lugar donde nos gozamos de su Presencia; es el momento más precioso de nuestra vida espiritual, y sobre todo es el arma poderosa en Dios.

"Pues tantas como sean las promesas de Dios, en El todas son sí; por eso también por medio de El, Amén, para la gloria de Dios por medio de nosotros". 2 Corintios 1:20

Bendiciones