miércoles, 31 de agosto de 2016

Integridad en nuestro ser interior


Nadie puede conocer los pensamientos de una persona excepto el propio espíritu de esa persona y nadie puede conocer los pensamientos de Dios excepto el propio Espíritu de Dios. 1 Corintios 2:11
Solo Dios conoce los pensamientos y lo que hay en cada corazón y en cada vida; y esa sinceridad que hay en su ser interior es la que Dios ama, Dios aborrece la falsedad en cualquier forma,  ya sea en testigos falsos que hablan mentiras, en pesas y medidas falsas, y en la falsedad de nuestro corazón entre otras.
Es que en un corazón sincero, se puede confiar, se puede creer y se puede esperar lealtad; en ese corazón no existe la hipocresía ni el engaño ni la mentira, por eso Dios ama la verdad en lo intimo.
Y sólo en la intimidad con Dios, es que aprendemos a entender  sabiduría, aprendemos a ser sinceros. 

Cuando aparentamos amar a una persona, pero dentro de nuestro corazón hay un sentimiento de rechazo, de incomodidad hacia ella, estamos siendo falsos, y mentirosos; allí no hay sinceridad, y esto es lo que no agrada a Dios.

El Señor aborrece a los de corazón perverso, pero se complace en los que viven con rectitud. Proverbios 11:20

Bendiciones