domingo, 7 de julio de 2019

La fe que mueve montañas

Entonces llegaron unos hombres que llevaban en una camilla a un paralítico. Procuraron entrar para ponerlo delante de Jesús, pero no pudieron a causa de la multitud. Así que subieron a la azotea y, separando las tejas, lo bajaron en la camilla hasta ponerlo en medio de la gente, frente a Jesús. Al ver la fe de ellos, Jesús dijo: Amigo, tus pecados quedan perdonados. Lucas 5:18- 20


Esta porción bíblica nos confirma una vez más que sin fe es imposible agradar a Dios; hoy le invito a meditar en este texto bíblico en Lucas 5:17-26 y lo haga pensando con su corazón; como si usted hubiera estado presente en ese lugar, escuchando a Jesús como enseñaba, y expectante para recibir sanidad, porque allí se sentía el poder sanador del Señor que estaba en Jesús; y de pronto usted observa con sus propios ojos a un paralítico en una camilla y a unas personas que lo ayudan a bajar del techo y lo colocan frente a Jesús ¿Cuál fue su sentir como testigo de este hecho de fe que narra el evangelista Lucas? y ¿Qué sintió en su corazón al ver a Jesús y escuchar sus palabras, y ver la sanidad del paralítico? Véase allí, confronte su fe.
"Así que la fe viene por oír, es decir, por oír la Buena Noticia acerca de Cristo" Romanos 10:17 y esto del oír no es con nuestros oídos físicos sino con nuestro corazón (Romanos 10:10) y mi consejo es que escuche con su corazón la Palabra de Dios, para que el Espíritu Santo la haga rema en su corazón y su vida sea transformada y a través de usted a otros.
"Entonces Jesús dijo a los discípulos: tengan fe en Dios.
Les digo la verdad, ustedes pueden decir a esta montaña: Levántate y échate al mar, y sucederá.Pero deben creer de verdad que ocurrirá y no tener ninguna duda en el corazón. Les digo, ustedes pueden orar por cualquier cosa y, si creen que lo han recibido, será suyo. 
Pero, cuando estén orando, primero perdonen a todo aquel contra quien guarden rencor, para que su Padre que está en el cielo también les perdone a ustedes sus pecado" 
Marcos 11:22-25.

Muchas bendiciones