Veamos la Palabra de Dios en Mateo 9:13
Mas id, y aprended lo que significa: "MISERICORDIA QUIERO Y NO SACRIFICIO"; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
En el Diccionario de la lengua española © 2005 Espasa-Calpe: Una de las definiciones de misericordia es la siguiente:
La verdad que muchas veces se oyen prédicas o enseñanzas con un énfasis de señalamiento tan tremendo que suena algunas veces a maltrato, a ofensa, que hiere las susceptibilidad de quien está escuchando y no es que sea la persona inmadura o que no tenga a Dios en su corazón, lo que sucede es que Dios no nos ha llamado a señalar y a dar golpes con la bibla desde el púlpito, nos ha llamado a misericordia, y mi pregunta es Dónde está el amor de Dios cuando la palabra nos dice lo siguiente :
"En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor
unos a otros" Juan 13:35.
Pero nosotros enfatizamos tanto en el pecado de las personas y no enseñamos el perdón de Cristo, no enseñamos su bondad y su compasión. No con esto esté acolitando el pecado, no, hay que hablar del pecado pero enseñando la misericordia de Dios; la referencia de hoy es a tener misericordia que viene del Eterno Dios quien en Jesucristo murió por los pecadores, no a enrostrar el pecado, sino a mostrar a un Dios vivo que nos amó y se entregó por nosotros los pecadores.
Si el mismo Jesús nos llama a entender misericordia, cuanto más nosotros sus seguidores y también pecadores nos llama ha tener misericordia con el caído y con el que cae. Estamos disfrutando de la gracia de Dios, de su amor y misericordia, no por ello debemos estar pecando; si, pero debemos tener compasión con aquellos que siguen oprimidos por sus debilidades y están en esa búsqueda de Dios; y que debemos, si somos maestros entender que la obra no la hace el hombre sino el Espíritu de Dios y que todo sacrificio humano por abandonar el pecado es en vano.
Mostremos a las personas el amor y la misericordia de Jesucristo en nuestros corazones y seamos esa Luz que brille en nuestro entorno.
Mas id, y aprended lo que significa: "MISERICORDIA QUIERO Y NO SACRIFICIO"; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.
Inclinación a la compasión hacia los sufrimientos o errores ajenos.
La verdad que muchas veces se oyen prédicas o enseñanzas con un énfasis de señalamiento tan tremendo que suena algunas veces a maltrato, a ofensa, que hiere las susceptibilidad de quien está escuchando y no es que sea la persona inmadura o que no tenga a Dios en su corazón, lo que sucede es que Dios no nos ha llamado a señalar y a dar golpes con la bibla desde el púlpito, nos ha llamado a misericordia, y mi pregunta es Dónde está el amor de Dios cuando la palabra nos dice lo siguiente :
Pero nosotros enfatizamos tanto en el pecado de las personas y no enseñamos el perdón de Cristo, no enseñamos su bondad y su compasión. No con esto esté acolitando el pecado, no, hay que hablar del pecado pero enseñando la misericordia de Dios; la referencia de hoy es a tener misericordia que viene del Eterno Dios quien en Jesucristo murió por los pecadores, no a enrostrar el pecado, sino a mostrar a un Dios vivo que nos amó y se entregó por nosotros los pecadores.
Si el mismo Jesús nos llama a entender misericordia, cuanto más nosotros sus seguidores y también pecadores nos llama ha tener misericordia con el caído y con el que cae. Estamos disfrutando de la gracia de Dios, de su amor y misericordia, no por ello debemos estar pecando; si, pero debemos tener compasión con aquellos que siguen oprimidos por sus debilidades y están en esa búsqueda de Dios; y que debemos, si somos maestros entender que la obra no la hace el hombre sino el Espíritu de Dios y que todo sacrificio humano por abandonar el pecado es en vano.
Mostremos a las personas el amor y la misericordia de Jesucristo en nuestros corazones y seamos esa Luz que brille en nuestro entorno.
"De modo que si alguno es nueva criatura en
Cristo, las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas. Y todo esto
proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos confió
el ministerio de la reconciliación:
Esto es, que Dios estaba en Cristo reconciliando
al mundo consigo mismo, no tomándoles en cuenta sus pecados, y puso en nosotros
la palabra de la reconciliación.
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo,
como si Dios rogara por medio de nosotros: ¡Rogamos en nombre de Cristo,
reconciliaos con Dios! "2 Corintios 5:17-20
Bendiciones.