"YO SOY EL BUEN PASTOR; EL BUEN PASTOR SU VIDA DA POR LAS OVEJAS".
Juan 10:11
Qué seguridad tenemos al saber por las Sagradas Escrituras que Jesús es nuestro buen Pastor, Él es quien nos lleva a descansar a esos lugares de verdes praderas y nos coduce a aguas tranquilas, nos da nuevas fuerzas y nos lleva por caminos rectos (Salmo 23:1-3). Cuando no practicamos el pecado, Él es quien nos cuida del enemigo, porque Jesucristo nos guarda y el maligno no nos toca (1Juan 5:18), éstas son verdades irrefutables.
Si nuestras convicciones están basadas en la Palabra de Dios, sabemos que al creer que Jesús es el hijo de Dios vencemos al mundo, y ésta es la verdadera victoria: Nuestra fe pero, ésta fe debe estar basada en el cumplimiento de sus mandamientos, que no son gravosos, como una muestra de nuestro amor, hacia aquel que engendró a Jesucristo, nuestro unico Salvador y Señor de nuestras vidas (1 Juan 5: 1-5).
Busquemos de ese buen Pastor quien es, Él que venda y sana nuestras heridas ocasionadas durante el desarrollo y etapas de la vida, que solo pueden ser sanadas cuando le reconocemos como nuestro Señor y Salvador, a partir de éste momento se inicia una regeneración y renovación en nuestras vidas en la obra maravillosa del Espíritu Santo.
Confiados en sus promesas de que Él es quien nos da vida eterna y que no pereceremos jamás, ni nadie nos arrebatará de su mano, ni de la mano del Padre (Juan 10:28-29), hoy no dejemos pasar en nuestras vidas éstas breves reflexiones sobre éste Pastor que ha dado su vida por nosotros, para que tengamos vida, y para que la tengamos en abundancia (Juan 10:10).
Confiados en sus promesas de que Él es quien nos da vida eterna y que no pereceremos jamás, ni nadie nos arrebatará de su mano, ni de la mano del Padre (Juan 10:28-29), hoy no dejemos pasar en nuestras vidas éstas breves reflexiones sobre éste Pastor que ha dado su vida por nosotros, para que tengamos vida, y para que la tengamos en abundancia (Juan 10:10).
Muchas bendiciones.