lunes, 26 de diciembre de 2011

Negando a Jesucristo


"Sin embargo, muchos de los judíos creyeron en Jesús, incluso algunos de los más importantes. Pero no lo decían en público por miedo a los fariseos, para que no los expulsaran de las sinagogas. Preferían la gloria que dan los hombres a la gloria que da Dios".Juan 12:42-43

Confesar a Cristo se vuelve difícil en muchos momentos, siempre se está pensando en el que dirán las familias y amistades; otros no lo confiesan porque sienten temor que alguien saque a la luz su pasado, otros sencillamente se avergüenzan de ser cristianos; pero no olvidemos las palabras que Jesús dijo:"A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos". Mateo 10:32-33
A veces no necesitamos negar al Señor Jesucristo con la boca, el testimonio que damos en la familia, en el trabajo, en el lugar donde vivimos y aún en la iglesia lo niegan:
"Dicen conocer a Dios, pero con sus hechos lo niegan; son odiosos y rebeldes, incapaces de ninguna obra buena". Tito 1:16
Nuestra apatía en la forma como ministramos al Eterno Dios, en las reuniones congregacionales, en la alabanza, en las ofrendas, y la actitud con los hermanos en Cristo, es una forma de negarlo, porque algo que reclama nuestro Dios es la verdadera adoración, que es nuestra entrega y rendición total a Él; expresando el amor de Jesucristo en todo lo que hacemos para Él.
Estos son tiempos de reflexión, y como verdaderos cristianos debemos distinguirnos por el amor que nos tenemos los unos por los otros (Juan 13:35), como una manera de confesar que JESUCRISTO es el SEÑOR de nuestras vidas, quien debe ser glorificado por la fe que profesamos.

Bendiciones