lunes, 5 de diciembre de 2011

Nuestra fuerza humana en el obrar de Dios



"Y publiqué ayuno allí junto al río Ahava, para afligirnos delante de nuestro Dios, para solicitar de él camino derecho para nosotros, y para nuestros niños, y para todos nuestros bienes.
Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino; porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan; mas su poder y su furor contra todos los que le abandonan.
Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue propicio".

Esdras 8:21-23 (el subrayado es mio)


Veamos la parte del subrayado, así como a Esdras le dió verguenza dejar a Dios en un mal concepto ante el rey; así mismo hoy día nosotros deberíamos sentir lo mismo, pero la verdad es que hacemos tantas cosas para ayudarle a Dios que lo único que hacemos es dejarlo por debajo ante el enemigo y los no creyentes, como si Él no nos escuchara, o no pudiera darnos lo que le pedimos; si es nuestra necesidad el dinero, hacemos todas clase de actividades para conseguirlo, como si Él no fuera el dueño del oro y la plata (Hageo 2:8); he tenido conocimiento de cristianos que contratan guardaespaldas para que los cuiden, como si Él no fuera nuestro guardador, (Salmo 121); si es para alcanzar almas para Cristo, ponen tantas cargar a las personas para que lo hagan, que al final terminan cansadas y desilusionadas de Dios, cuando Dios es quien añade a la iglesia los que han de ser salvos (Hechos 2:47); con tantas cosas que hacemos en nuestras fuerzas, lo que logramos es detener las bendiciones de Dios, permitamos que Él nos bendiga con su bendición que es la que enriquece, y no añade tristeza con ella (Proverbios 10:22).
Tenemos un Dios y Padre todopoderoso, dueño de todo el universo y quiere derramarnos sus bendiciones, pero, nosotros nos contentamos con el esfuerzo personal para conseguir lo que queremos, que someternos a Él para que nos bendiga. "Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra" Salmo 46:10

Que Dios les bendiga en abundancia