Puesto que son hijos amados de Dios, procuren parecerse a él y hagan del amor su norma de vida, pues también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros como ofrenda y sacrificio de olor agradable a Dios. Efesios 5:1-2
El Señor está en medio de ti, y te salvará con su poder; por ti se regocijará y se alegrará; por amor guardará silencio, y con cánticos se regocijará por ti.
Sofonías 3:17
Un abrazo lleno de bendiciones
El amor va más allá de un sentimiento, el amor es entrega incondicional, tal como Dios nos amó, así mismo Él quiere que le amemos, sin condiciones, reconociendo primeramente que Dios es amor, y que por ese amor entregó a su hijo JESUCRISTO a una muerte de cruz, para reconciliarnos con Él (Romanos 5:11). El no busca de nosotros sacrificios, sino una relación personal cada día.
Veamos Romanos 5 :8 Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. El sacrificio de Jesús en la cruz fue producto del amor de Dios por la humanidad, es por eso que hoy te invito a que aceptes de todo corazón ese regalo que Dios nos ofrece a través de su amado Hijo Jesucristo: Salvación y vida eterna.
Cuando nuestro ser interior puede entender este amor, podemos exclamar como lo hizo David en el Salmo 100: Aclamen alegres al Señor, habitantes de toda la tierra; adoren al Señor con regocijo. con cánticos de júbilo. Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo, y somos suyos. Somos su pueblo, ovejas de su prado.
Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza; denle gracias, alaben su nombre.
Porque el Señor es bueno y su gran amor es eterno; su fidelidad permanece para siempre.
Ese amor de Dios en nuestros corazones es lo que nos hace diferentes como cristianos que somos; en Juan 13:35, el Señor nos dice:En esto conocerán todos que ustedes son mis discípulos, si se aman unos a otros. Es por este motivo que muchas personas son juzgadas, por la falta de bondad y de amor en el trato con el prójimo, pero no olvidemos que siempre debemos juzgar con justo juicio y no por las apariencias. El Señor está en medio de ti, y te salvará con su poder; por ti se regocijará y se alegrará; por amor guardará silencio, y con cánticos se regocijará por ti.
Sofonías 3:17
Un abrazo lleno de bendiciones