viernes, 18 de marzo de 2011

La oración nuestra fortaleza

"VELAD Y ORAD, PARA QUE NO ENTRÉIS EN TENTACIÓN; EL ESPÍRITU A LA VERDAD ESTA DISPUESTO, PERO LA CARNE ES DÉBIL". 
Mateo 26:41






El Espíritu Santo a través de los evangelistas plasmó de Jesús la necesidad de la oración; nos enseñó  con su ejemplo que a través de la oración encontramos la dirección del Padre Celestial;  pero hoy, en estos últimos tiempos nos exhorta a estar con los ojos muy abiertos y orando para no caer en tentación; porque así como les sucedió a los apóstoles que estaban con Jesús cuando oraba en Getsemaní, que no pudieron orar porque sus ojos estaban cargados de sueño;  hoy día también nos sucede igual, las labores cotidianas y los afanes de este mundo nos llevan a un estado de cansancio que nos impide llevar una vida continua de oración y como consecuencia estamos expuesto a toda tentación y toda artimaña del enemigo. 
La oración y la meditación de la Palabra de Dios es la esencia de todo cristiano, es el espacio que hemos apartado para estar en comunión con Él, donde no sólo le manifestamos alabanza y adoración,  sino que le exponemos nuestras quejas,  necesidades,  y gratitud; es allí donde recibimos fortaleza para estar firmes contra las acechanzas del diablo y poder resistir en el día malo (Efesios 6: 11-13).
Te animo a resistir toda obra del enemigo y todo lo que vaya en contra de una vida fuerte de oración; que nada te quite el gozo de estar en la presencia de Nuestro Eterno Dios. Recuerda que su amor fue tan grande por nosotros  que dio a su hijo JESUCRISTO en rescate por nosotros; quien murió en la cruz y nos redimió de todo pecado. A Él sea toda la gloria por los siglos Amen!