domingo, 19 de enero de 2014

El Señorío de Cristo en nuestras vidas





Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.   
Hechos 2: 46-47(el subrayado es mío)
Estudiamos y ponemos en practica estrategias y muchísimos proyectos para conseguir que las Iglesias crezcan en número y podemos lograrlo, pero hay que entender que esto tiene validez, si Cristo es el Señor de nuestras vidas. Porque donde no hay una relación personal con nuestro Eterno Dios, no hay una comprensión de la Palabra de Dios, no entendemos quien es Cristo en nuestras vidas y quienes somos nosotros en Cristo; hay mucha letra pero nada de Espíritu, entonces podemos decir que estamos muy lejos del Señorío de Cristo y es allí donde encontramos tantos creyentes dando un mal testimonio de vida, veamos unos ejemplos sencillos, que  dejan duda en nuestro corazón, acerca del Señorío de Cristo en nuestras vidas: Un primer ejemplo lo tenemos en los siguientes textos bíblicos: Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido... Timoteo 2:24 Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres. Tito 3:2"el siervo del Señor debe ser amable", y en esto tan sencillo e insignificante, que es también un acto de educación podemos ver a tantos "siervos" de Cristo que no cumplen esto tan mínimo, siempre los vemos listos para responder en forma agresiva, incomprensibles, e intolerantes. Otro ejemplo son las famosas campañas de avivamiento, donde corremos esperando que el poder de Dios caiga sobre nosotros para llevarlo a las congregaciones y así tener un gran número de creyentes; sera necesario esto, cuando podemos libremente acercarnos al trono de la gracia para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno Socorro (Hebreos 4:16). Cuando la verdad, éste poder y Gloria lo encontramos de rodillas, en entrega y rendición en nuestra diaria comunión con Dios, acompañada de la meditación de su Palabra y la obediencia a ella, sometiéndonos a la voluntad de Dios, bajo la dirección de su Santo Espíritu.Pero si ellos hubieran estado en mi secreto, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras. Jeremías 23:22¿El Señorío de Cristo estará en nosotros? como dice el apóstol Pablo: Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder. 1 Corintios 4:20   Dios los colme de grandes bendiciones.