domingo, 27 de noviembre de 2011

El gozo en el Espíritu de Dios


"Pero alégrense todos los que en ti confían; den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes; en ti se regocijen los que aman tu nombre". 
 Salmo 5: 11

El sólo hecho de tener un día más de vida, nuestra expresión de agradecimiento debe ser de gozo en nuestro Eterno Dios, dando voces de regocijo. Pablo nos exhorta como un mandato a estar siempre gozosos (1 Tesalonicenses 5:16), no importa el momento por el cual estemos pasando ya sea de aflicción o de bienestar; debemos permanecer firmes en Él, con gozo en el Espíritu, creciendo cada día en nuestro Señor, en una actitud de deleite; sabiendo que cuando nos deleitamos en Él, nuestro Eterno Dios nos concede las peticiones de nuestro corazón (Salmo 37:4). La alegría y el gozo que nuestro Dios nos da en su Espíritu, es resultado de una vida de entrega y rendición a Él, de oración y meditación de su Palabra día a día.
Bendiciones.